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El otro día, pensando en el asesinato de Marta del Castillo, escribí que su ex novio confundió el amor con la posesión. Hoy, que se cumplen 28 años desde el intento de golpe de estado (¡uf!, 28 ya) no puedo más que comparar la actitud de sus promotores con la del asesino de Marta. Probablemente, si éste hubiera tenido la posibilidad de atarla a la cama para siempre, lo habría hecho, y eso es justamente lo que aquellos golpistas trataron de conseguir: atar España a la pata de su cama para hacer con ella lo que les hubiera venido en gana. Sí, ellos también confundieron su “amor” por España con la idea de hacerla suya. Para ellos en particular, y en general para todos aquellos que gustan de apropiarse de la palabra patria, escribió estas letras Víctor Manuel:
cuando hablen de la patria
no me hablen del honor
no me cuenten batallas
ganadas cara al sol
tal vez si me contaran
que no importa el color
ni el sexo, ni la raza
o el bando en que luchó
cuando hablen de la patria
no me hablen del valor
ni jueguen con el sable
ni tachen de traidor
al que la lleva dentro
pegada al corazón
y no anda por la calle
con ella en procesión
Cuando hablen de la patria
no olviden que es mejor
sentirla a nuestro lado
que ser su salvador
por repetir su nombre
no te armas de razón
aquí cabemos todos
o no cabe ni Dios.
Y como bien dices se intentó hacer suyo un país entero por la fuerza,no hubo sangre pero pudo haberla.Por la fuerza con sangre no se consigue mas que dolor y perder siempre los mismos.
ResponderEliminarLos inocentes. Aún guardo el recuerdo amargo de esa noche con 14 años acompañando a mi madre desconsolada porque mi padre marchó a Madrid concentrado y no sabíamos si volvería vivo.
El vino llorando Muy acertadas esas letras de Víctor Manuel.Que bien reflejan lo que realmente importa.
porque recordaba como pedía a Dios que nadie diera orden de disparar.Aún recuerdo el abrazo que le di a mi padre, Aún recuerdo como se despidió como si nunca fuera a volver. Aún me recorre un escalofrío por todo el cuerpo cuando repiten la historia en la tele.
Y mi padre no era militar pero se movieron todas las fuerzas de seguridad. Fue la noche mas larga de mi vida.Siendo una niña me marco y comprendí lo que era la libertad de un país.
Ahora mi padre ya casi no lo recuerda tiene 73 años y su cerebro no es el mismo. Pero tengo a mi padre.Ojalá nunca esto se repita.Y solo quede el recuerdo de aquellos días que una pandilla de descerebrados quiso hacer suyo un país por la fuerza.
Tú lo has dicho, comprendiste lo que era la libertad de un país. Creo que los golpistas consiguieron el efecto contrario al deseado: unir a todos los demócratas. Ese día entendieron que por encima de todo estaba eso, la libertad de un país.
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