miércoles, 20 de mayo de 2009

HUMOR Y CRISIS


Lejos de servir para banalizar los problemas, el humor es una forma de comprenderlos y afrontarlos. Por eso os dejo los enlaces a dos vídeos que ilustran perfectamente el origen de esta crisis. Con ellos podemos entender mejor qué es lo que ha pasado y reirnos un rato al mismo tiempo.

El primero de ellos lo protagonizan dos humoristas de la televisión británica. Lo he encontrado en el blog de Francisco Alvarez Molina, en el que también encontré el vídeo de Annie. El segundo es una entrevista a Leopoldo Abadía en el programa de Buenafuente. Leopoldo Abadía no es humorista pero podría serlo, por la forma tan divertida que tiene de contar las cosas (y clara, al mismo tiempo). Es doctor en Ingeniería Industrial y ha ejercido como profesor de Política de Empresa en la Escuela de Dirección de Empresas de Navarra durante más de 35 años. Pero ha sido su teoría de los ninjas la que lo ha llevado a la fama a la edad de 75. Muchos de vosotros ya conoceréis esta teoría e incluso habréis visto el vídeo, pero no está de más recordarlo.


El conocimiento, tanto de la existencia del blog de Francisco Alvarez como del vídeo de Leopoldo Abadía, se lo debo a mi amigo Arcadio. Espero que sigas enviándome material tan interesante para mi blog.


No le digas a mi madre que trabajo en Bolsa: Humor inteligente, pedagógico y terapéutico para explicar la crisis

Leopoldo Abadía y su teoría de los ninjas con Buenafuente

8 comentarios:

  1. Son buenísimos, buenísimos… pero creo que esta no es nuestra guerra.

    En mi humilde opinión, esta crisis ninja, subprime (no confundir con las Supreme), crisis financiera internacional, o como quieran bautizarla, le ha venido de perlas a más de uno. Y es que el Sr. Trichet y Cía. debieron de dar un buen respiro cuando estalló semejante alboroto en USA, salvados por la campana debieron de pensar. Ya se sabe, mal de muchos…

    Yo creo que Europa ya estaba abocada a su propia crisis originada por una metedura de pata del Sr. Trichet, bueno, no personalicemos, del Banco Central Europeo.
    Se equivocó la paloma, se equivocaba… creyó que la inflación en la zona euro tenía su origen en el aumento desbordado de la demanda, así que objetivo number 1: disminuir el consumo interno. Desde luego nunca una política económica fue tan efectiva, tanto que hemos entrado en deflación.

    Y ya se sabe, para contraer el consumo nada como un subidón de Euribor, mano de santo. Veamos: Supongamos una pareja de mileuristas, que haberlas haylas. Se hacen sus cuentas. El Banco de España dice que el nivel de endeudamiento óptimo es un 33% de la renta disponible. La parejita hace cálculos y decide que sí puede asumir una hipoteca de 660 Euros con sus ingresos de 2.000 Euros. En eso que de repente, sin comerlo ni beberlo, el Euribor empieza a subir y subir y subir, y esa hipoteca pasa de 660 Euros a 960 Euros. Unos que ya han caído.

    A esto se aúna el hecho de que el verdadero origen de la tendencia inflacionista en la zona Euro no era, siempre en mi humilde opinión, la presión de la demanda sino un aumento nunca visto del precio de las materias primas: petróleo, cobre, hierro, acero, níquel, zinc… estaba todo desbordado! Si bien es verdad que este fenómeno fue mundial, la zona Euro contaba con otra particularidad: la P.E. (picaresca Euro). En realidad creo que hemos vivido un período inflacionista encubierto, en el que la inflación real era muy superior al 5%... Otros que han caído.

    Pero resulta que, a veces, el deseo de consumo de las personas no baja tan rápidamente como su poder adquisitivo, así que parte de ese deseo consumista es financiado con créditos de esos que consigues en 24 horas y cuyos intereses de demora son totalmente propios de la usura. Otros que han caído.

    Y así, como quien no quiere la cosa, desaparece el consumo interno y claro está, con ello la inflación.

    Ahora toca cargarse el consumo externo, que eso de exportar es muy pesado. Lo tenemos a huevos, pensó Trichet, lo único que tenemos que hacer es no hacer nada. Y cual colegial disimulado, se pone a silbar, mira hacia arriba (yo no he sido, yo no he sido) y… hacia arriba se va también el Euro. Ya está, a exportar menos y de paso todo lo que compramos de China sale más baratito (y aún así los “todo a 100” son todo a “1 Euro”).

    Total que acabamos 2007 con una inflación del 4 y pico por ciento (eso dicen), con el Euribor al 5%, el petróleo a 100 dólares por barril, el euro a 1,47 dólares y un nivel de endeudamiento inasumible por muchas familias. Menos mal que hasta marzo de 2008 no había crisis. Y menos mal que a los Lehman Brothers se les torció la cosa y se fueron al garete. Desde entonces, nuestra crisis es la crisis de las subprime, de los ninjas…
    Está claro que en economía y en el mundo global en el que vivimos todo afecta a todo. Pero no ha sido ése el origen, sino un factor que no ha hecho más que complicar la situación.
    Realmente no entiendo muy bien por qué el Sr. Trichet decidió llevar a cabo esa política monetaria contractiva, más aún cuando Solbes ya se lo advirtió en 2003: “ Trichet, no subas los tipos que perdemos el tipo…”.

    Lo siento, me he enrollado. Pero es que me enciende que nadie hable de las exportaciones perdidas por culpa del euro, de las dificultades de la pequeña industria, de la crisis de la economía real, de que me da para comprar el fiambre de 100 gramos en 100 gramos cuando mi madre lo compraba por cuartos…

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  2. Vaya, vaya con Laura. Esta vez no firma como anónima, se nota que está bien orgullosa de sus conocimientos en economía. Nos ha ilustrado tan bien como el señor Leopoldo Abadía con sus ninjas.
    Esta vez, y sin que sirva de precedente, no voy a estar en desacuerdo contigo. Y no lo voy a estar porque si lo hiciera me torearías (que ya he dicho que sé bien poco de economía).
    Así que me acojo al principio de autoridad y no contrariaré a quien sabe mucho más que yo, que no me gusta hacer el ridículo (y además, muy a mi pesar, parecería que tuvieras razón).
    Gracias por darnos luz. El próximo post que abra será de fútbol.

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  3. He de decirte querida Laura que tu madre compraba el fiambre a cuartos porqué en casa de tu madre vivíais más que en tu casa actual, y porqué todo sea dicho, comías como una bestia, ja,ja,ja.. Por cierto, has querido lucirte y nos has dejado sin poder realizar comentarios. Un besote Velita.

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  4. Cómo sois… No era esa mi intención al salir del anonimato. Simplemente soñaba con Trichet. Iba navegando por las plácidas aguas de Internet y llegaba a esta nuestra isla. Leía mi comentario y me decía:

    Trichet.-Laura, ne t'inquiète pas!. (No suena igual que: Anónimo, ne t'inquiète pas!). Dentro de poco te revisarán la hipotheque y te bajará beaucoup beaucoup. Es más, me comprometo a no volver a subir el Euribor. Jamais… Con lo que te vas a ahorrar podrás comprar la mortadela por kilos si quieres. El jambon es otro cantar.

    Velita, a ver si te crees que estos michelines que tengo salen de la nada. Pues no cuestan de criar!

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  5. Jajajaja. ¡Como sois¡ Si se extiende en conocimientos una autoridad en la materia, nos impresiona y nos quitamos el sombrero. Pero si es alguien a "nuestra altura" (y perdón por ponerme a la vuestra, pues yo ando más ancha que alta y crio michelines pero no de hincar los codos, sino del jamón. Yo lo compro a kilos, pero no por la cantidad de personas que hay en casa ni por mi poder adquisitivo, sino por adicción), pues resulta que no nos gusta tanto. Al leer el comentario en mi ignorancia, he sentido tambien una punzada. Pero por otro lado, siento tambien el orgullo de que la gente que interviene en este blog al que tan amablemente me ha invitado Julio tenga un buen nivel. Confieso que me pierdo y siempre me he perdido con términos de economía y me fascina cómo las corrientes se van originando y cómo una mariposa bate las alas en un sitio y en el otro lado del mundo se forma un huracán. El caso es que la sociedad ahora está bien jodida y que aquellos que mueven los hilos como Escarlata O'hara en lo que el viento se l´levó, juraron que nunca, nunca pasarían hambre (lo de volverían lo he quitado). Por cierto he vuelto del camino esta mañana a las 5,30 am. Me alegro de volver a leeros.

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  6. Hola Bonsai, espero que estas minivacaciones te hayan servido para recargar las pilas.
    Ya ves, en este blog tratamos cosas serias pero sin perder el sentido del humor, y Laura y yo hemos convertido el meternos el uno con la otra y la otra con el uno en un aliciente más de nuestra participación.
    Y, por cierto, aquí no hay nadie que esté a mayor altura que los demás, no te subestimes.

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  7. Qué envidia Bonsai… no sólo por lo del jamón, que también, si no por la bonita experiencia que has debido vivir.
    Después de todas vuestras palabras me he sentido tan avergonzada que pensaba no aparecer por aquí. Sin embargo, me veo en la necesidad de sacaros de un error. Todo el mundo entiende de economía aunque nadie la entiende… lo que pasa es que, como en muchas otras profesiones, la terminología sirve de barrera protectora para aparentar que se tienen unos conocimientos superiores. A lo largo de los años he comprobado un fenómeno: cuando una persona emplea un lenguaje muy amanerado y “exhibicionista” es que no sabe ná de ná. En cambio, la gente que realmente conoce un tema habla siempre con una naturalidad y sencillez pasmosa, que admiro profundamente. Me temo que de momento estoy en el primer grupo…

    El rollo que solté el otro día se resume en: cómo puede ser que los limones costaran 1,80 el kilo el año pasado y ahora estén a 0,86 Euros? En mi opinión, Trichet debió pensar que el año pasado nos entró a todos un ansia desesperada por comer limones (por lo cual subió el precio) y tanto nos atiborramos entonces que ahora no los queremos ver ni en pintura (por eso han bajado). Para mí ahí está el error… en mi humilde opinión.

    Ah, Julio, que no, que no estoy de acuerdo contigo. No sé lo que has dicho ni lo que vas a decir, pero no.

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  8. Bueno, Julio gracias. La verdad es que los bonsais no tenemos demasiada altura, pero la poca que tenemos está concentrada y además tenemos siempre alguien que nos poda con cariño. Es más de lo que puedo pedir. Lo bajito a veces es bello ¿no estás de acuerdo conmigo, Julio? (no soy Laura)
    No estoy del todo de acuerdo con Laura (aunque no sea Julio) en lo de que los que usan un lenjuaje rebuscado no saben nada de nada. Lo que ocurre más bien es que hay gente que al explicar las cosas se sabe adaptar al interlocutor que le va a leer y cuanto más sencillo y más didáctico, más universal será y se supone que el que expone algo quiere que le entiendan el mayor número de personas, no quiere lucirse. Aunque a veces predomina más lo segundo, el lucimiento personal. Otras veces es una corriente (como ocurrió con el Culteranismo de Góngora, al que por cierto no he leido pero lo estudié en literatura). En fín, que lo importante es comunicarse y denunciar las cosas con las que uno no está de acuerdo. El camino de Santiago está más al alcance de lo que uno supone y os lo aconsejo a todos, aunque solo sea para pocos días es una experiencia muy intensa. Ale, besitos para todos (de altura)

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