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Indagando sobre el experimento que nos contó Miguel Angel, he encontrado otro que también me ha parecido interesante y que nos lleva a similares conclusiones. En resumen se trata de la creación de una cárcel ficticia como escenario y la selección de un grupo experimental de 24 universitarios de clase media que son divididos aleatoriamente en dos grupos iguales: la mitad guardas, la otra mitad reclusos. De inmediato, ambos grupos asumen su rol. Los guardas someten a los reclusos a un trato vejatorio y humillante que éstos aceptan.
Tanto se fue el experimento de las manos de los investigadores que tuvo que suspenderse a los 6 días cuando estaba programado para 14.
Aunque el estudio haya sido criticado por falta de ética y porque no se ajusta a las condiciones del método científico, leer en profundidad los pormenores del mismo es para asombrarse y asustarse. Como en el caso del experimento de Milgram (el de las descargas eléctricas) se trata de evadir la propia responsabilidad moral, ya sea por tener un respaldo institucional que legitima nuestra acción o por cumplir órdenes. Pero quién no ha visto asunciones de rol similares en algún policía, en algún encargado de alguna fábrica, en algún jefecillo, en algún delegado de clase en nuestra etapa escolar, en algún funcionario o en algún cabo del ejército. ¿Quién que haya hecho el servicio militar no recuerda la mutación de roles entre recluta y veterano con la llegada de los nuevos reemplazos? Meditadlo.
Tanto se fue el experimento de las manos de los investigadores que tuvo que suspenderse a los 6 días cuando estaba programado para 14.
Aunque el estudio haya sido criticado por falta de ética y porque no se ajusta a las condiciones del método científico, leer en profundidad los pormenores del mismo es para asombrarse y asustarse. Como en el caso del experimento de Milgram (el de las descargas eléctricas) se trata de evadir la propia responsabilidad moral, ya sea por tener un respaldo institucional que legitima nuestra acción o por cumplir órdenes. Pero quién no ha visto asunciones de rol similares en algún policía, en algún encargado de alguna fábrica, en algún jefecillo, en algún delegado de clase en nuestra etapa escolar, en algún funcionario o en algún cabo del ejército. ¿Quién que haya hecho el servicio militar no recuerda la mutación de roles entre recluta y veterano con la llegada de los nuevos reemplazos? Meditadlo.
Si queréis saber más sobre el experimento, hacer clic en los siguiente enlaces:
He leído detenidamente todos los enlaces y me he quedado sin palabras.Esto no me parece que se le pueda llamar experimento.Estos roles ficticios no solo han demostrado a mi forma de ver,a lo que somos capaces de llegar y soportar por un motivo llamemosle experimento, si no que el ser humano es maleable sugestionable y dado a cometer actos incontrolados en una situación determinada.
ResponderEliminarNo me ha gustado el "experimento" no me parece que sirva de nada productivo me refiero. De hecho es mas que criticable.No lo entiendo me ha dejado mal cuerpo la verdad.Igual vivo en otro mundo.Un saludo.
Esto solo viene a demostrar quizas, que las personas si nos sentimos respaldados somos capaces de hacer cualquier cosa.no se puede uno sorprender de nada.en estos tiempo que corren.
ResponderEliminarAnita, el experimento, al margen de que nos pueda parecer poco ético, explica algunos comportamientos, y, en cierta manera, nos ayuda a conocernos a nosotros mismos, si no como individuos al menos como especie.
ResponderEliminarMas bien como especie animal racional aunque lo de racional para algunos no se puede aplicar.
ResponderEliminarSer capaces de algo que no pase por nuestra mente y vernos en un caso determinado ,vale hace que nos comportemos o actuemos de una forma u otra.Nadie en caliente sabe como reacciona en frío todos opinamos. Eso somos los humanos.
Cambiamos de la noche al día según el rol que nos toque vivir. Pero para obserbar ese tipo de comportamientos no hace falta hacer experimentos, por desgracia lo vemos todos los días a nuestro alrededor. Solo espero que tanto yo como de los que me rodeo no me demuestren lo contrarío.Un saludo Julio.